jueves, 21 de noviembre de 2019

Sentido común

Hace un par de semanas, antes de las últimas elecciones generales, los partidos de centro derecha (es decir, PP y Ciudadanos) tuvieron un rapto de lucidez y se sumaron a la propuesta de Vox en la asamblea legislativa de la comunidad autónoma madrileña que pedía ilegalizar a los partidos separatistas.
Es una propuesta que, desde mi punto de vista, tiene toda la lógica del mundo. Si el artículo 6 de la Constitución establece, respecto de los partidos políticos, que el ejercicio de su actividad es libre dentro del respeto a la Constitución y a la ley, cae de su peso que un partido político que en alguno de sus postulados o actuaciones no respete la Constitución (por ejemplo, que cuestione la indisoluble unidad de la nación española, consagrada en el artículo 2) debería, cuando menos, ser enjuiciado (hablando en términos procesales, no meramente valorativos).
Naturalmente, era algo demasiado bueno para durar, y maricomplejines y pomelos no tardaron demasiado en recular…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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