Que la sedicente tregua (o como la llamaran esta vez) de ETA no era más que una
estratagema era algo que algunos, sin dejarnos hechizar por el espejismo del
fin de los asesinatos, tuvimos muy claro desde el mismo momento del comunicado,
dijeran lo que dijeran los políticos de uno y otro signo. Era sólo cuestión de
tiempo que los asesinos volviesen a las andadas cuando las cosas no sucedieran
como ellos desean.
Todavía no han vuelto a matar, pero ETA ya ha anunciado consecuencias negativas (cuando
uno cree que ya ha visto toda la vileza posible en el uso de los eufemismos,
llega algo que demuestra que los miserables siempre son capaces de superarse) tras
el rechazo del Gobierno a negociar.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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