miércoles, 9 de julio de 2014

Bien, bien, bien

Su Majestad el Rey pasó por la capilla ardiente de Alfredo Di Stéfano, lo cual le honra. Y tanto al comenzar como al terminar los momentos de recogimiento frente al féretro, hizo algo que me encantó: se santiguó.
Como dije hace unos días, España puede ser, de acuerdo con la Constitución, un país aconfesional (o laico, como dicen los retroprogres)… pero los españoles, y el Rey el primero, no tienen por qué serlo.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA EL REY!!!

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