miércoles, 13 de agosto de 2014

Él sabrá

De todos los jugadores del Farça, al que más detesto, con diferencia –más incluso que al enano hormonado- es a Javier Hernández, ese charnego hipócrita y miserable. A finales de la pasada temporada, el susodicho barajaba la posibilidad de dejar el plus que un club y buscar nuevos aires. Pero tras el Mundial, en el que tampoco es que haya hecho un papel demasiado lucido, incluso teniendo en cuenta el paupérrimo papel de la selección española, ha decidido permanecer una temporada más.
Eso sí, que se ande con ojito. A diferencia de los anteriores entrenadores, el asturiano Luis Enrique no se corta en decir lo que piensa, ni en el fondo ni en las formas. Y al charnego ya le ha dicho que, si no le pone, no le toque las pelotas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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