viernes, 3 de octubre de 2014

En cada casa hay un tonto… por lo menos

En una extraña coincidencia (o quizá no tanto, teniendo en cuenta cuál ha sido el modo de comportarse de los llamados partidos nacionales con los sedicentes –y sediciosos- partidos nacionalistas), tanto PP como PSOE han manifestado un atisbo de comprensión para con los delinquidores de dicho jaez en Cataluña.
El primero fue el recién estrenado secretario general de los socialistas. Más que recién estrenado, casi habría que decir nuevo sin usar, puesto que nadie le hace ni puñetero caso, ni en su partido ni fuera de él. Bueno, pues el antiguo jugador de baloncesto ha abogado por traspasar las competencias lingüísticas a la Generalidad. Pedrito, que va a resultar ser más simple que su tocayo el amigo de Heidi, no debe haberse dado cuenta de que, de facto, el gobierno autonómico catalán ya hace y deshace a su antojo en materia lingüística, llegando incluso a imponer multas por el hecho de usar el único idioma que cualquier español tiene el deber de conocer y el derecho a usar.
El segundo ha sido el todavía más reciente ministro de Justicia, de apellido Catalá, que este verano abogó en una entrevista por reformar la Constitución para encajar la singularidad catalana. Teniendo en cuenta que dicha singularidad consiste básicamente en hacer lo que les da la gana y pasarse las normas legales y resoluciones judiciales estatales por el forro de los testículos, uno –que es licenciado en Derecho- no alcanza a ver cómo podría encajarse semejante singuladidad en la Constitución…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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