Dicen que Manuel Fraga Iribarne dijo
en cierta ocasión –y se le entendió, lo que no es poca cosa teniendo en cuenta
cómo hablaba el personaje- que un socialista sólo acierta cuando rectifica.
Si esto fuese cierto –no siempre lo
es, ya que en ocasiones un socialista, o muchos, rectifica y lo que hace es
meter más la pata-, el pimpante recién estrenado secretario general de los
socialistas sería el epítome del socialismo, puesto que últimamente no hace más
que rectificar.
Primero fue el asunto de los pactos
con el partido de Junior: que si no,
que si sí, que si puede. Luego, celebrar funerales de Estado para las víctimas
del terrorismo doméstico, que pasaron
a ser funerales privados con representación del Estado (teniendo en cuenta que
en España se sale a una muerte de este tipo por semana, no iban a dar abasto…).
A continuación, la supresión del Ministerio de Defensa, que se solucionó con un
en realidad quería decir… En cuarto
lugar –esta no la conocía- una declaración sobre las incompatibilidades de los
diputados (es de suponer que también de las diputadas, aunque el artículo no
aclara este extremo).
Y, finalmente, sobre el envío de
tropas a Oriente Medio para combatir a los terroristas del sedicente Estado
Islámico, ha pasado de cualquier cosa
menos el envío de tropas a el partido
apoyará al Gobierno en el envío de tropas a Irak para participar en tareas de
adiestramiento del Ejército iraquí, como parte de la coalición internacional
contra el grupo terrorista Estado Islámico.
Y todo ello insistiendo en que no
rectifica. Es como el ejército español, que nunca retrocede: simplemente, da
media vuelta y sigue avanzando…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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