sábado, 28 de marzo de 2015

El contador de nubes ataca de nuevo

Es algo que ya he apuntado varias veces. Al comienzo de su desempeño en la secretaría general del PSOE, tenía mis dudas de si Rodríguez era un gilipoyas o un hijo de puta. Para decirlo más educadamente, no estaba seguro de si era, respectivamente, estúpido o malvado.
Con el tiempo llegué a la conclusión de que era ambas cosas. Iba a poner que no estoy muy seguro de cual de las dos es más, pero me acabo de dar cuenta de que su abyección supera con mucho a su estulticia, con ser ésta considerable.
Y el circunflejo no pierde ocasión de demostrarlo. Antes de alcanzar la presidencia del gobierno de España, hizo un viaje a Marruecos, en el que posó para una foto con el tirano alauita; tras ambos interlocutores se encontraba un mapa en el que el territorio de Marruecos abarcaba no sólo el Sáhara Occidental, sino también los territorios españoles en África (Ceuta, Melilla y las Islas Canarias).
Recientemente ha realizado otra visita a nuestros vecinos del Sur (no mucho más tarde de la que ha hecho al presidio del Caribe a espaldas de la diplomacia española y del más mínimo sentido común), y ha concluido la misma dando un discursito delante de otro mapa en el que aparece Marruecos incluyendo dentro de su territorio (y más que doblándolo en extensión, al menos ópticamente) lo que en su día fue una provincia española y que, según las resoluciones de Naciones Unidas (esas normas inútiles de esa organización inútil a efectos prácticos), no le corresponde en absoluto, salvo que sus habitantes así lo decidan libremente.
Algo que el tirano de sexualidad controvertida no está dispuesto a permitir, por lo que parece.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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