lunes, 9 de marzo de 2015

No caerá esa breva

En España, la judicatura –dominada por lo que se ha dado en llamar sector progresista- se muestra reacia a acelerar los procedimientos judiciales cuando en ellos se ven implicados políticos de izquierdas, cosa que ocurre con cierta frecuencia. No quiere esto decir que sólo los políticos de izquierdas delincan. Todo lo contrario, las pruebas demuestran que tanto en la izquierda como en la derecha los delincuentes no son, precisamente, una especie en proceso de extinción.
Como he dicho, en época de campañas electorarles los jueces no actúan. Se quedan como paralizados. Como explicación, alegan que no quieren influir en el proceso electoral, no quieren estigmatizar –este fue el término que emplearon en el caso de los GAL respecto a Felipe González- al delincuente de turno. Sin embargo, nada resultaría más importante que aclarar sin el imputado es o no verdaderamente un delincuente, y hacerlo lo antes posible, para que los electores pudieran saber realmente a quiénes van a elegir.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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