martes, 24 de marzo de 2015

Seamos serios

Cuando se supo que la final de la Copa de fútbol de Su Majestad el Rey la jugarían dos equipos cuyas directivas parece que compiten entre sí por hacer los mayores desprecios posibles a los símbolos de todos los españoles, las mentes más razonables sugirieron que se tomaran las medidas que se suelen tomar (como suele decirse) en los países de nuestro entorno: esto es, suspender el partido si se pita el himno nacional.
Las fuerzas políticas regionalistas (demostrando así la politización del evento deportivo) reaccionaron como acostumbran, esto es, echando la culpa a quienes han señalado lo obvio. Así, el PNV ha atacado al presidente del Real Madrid (club al que detestan pero en cuyo estadio desearían jugar para así hacer mayor la ofensa) por (dicen ellos) impedir las banderas regionales en el Bernabéu, y han comenzado una recogida de firmas para jugar la final en Inglaterra.
Habría que ver si un público tan serio como el británico estaría dispuesto a tolerar semejante patochada…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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