viernes, 4 de septiembre de 2015

El mundo de hielo y fuego – La historia jamás contada de Poniente y del Juego de Tronos

Supongo que me gusta la obra creada por George R. R. Martin por la misma razón que me gustan el legendarium de Tolkien o los tebeos de superhéroes. En todos los casos se crea un mundo en el que los personajes se desenvuelven y evolucionan (en los tebeos, menos), un mundo diseñado hasta en sus menores detalles y perfectamente coherente en sí mismo.
Pues bien, este tocho (a lo ancho y a lo alto, que no a lo grueso, puesto que apenas tiene trescientas páginas) trata de dar una visión de conjunto de todo lo que ha ocurrido en los Siete Reinos y demás territorios desde el punto de vista de un erudito de Poniente (así, descarta como fabulaciones las historias sobre los Otros, y el desconocimiento es tanto mayor cuanto más hacia el Este se encuentran los territorios) y hasta el minuto cero en que comienza la narración (más o menos: la elaboración –ficticia- de la misma se supone que le lleva al autor –ficticio- más o menos una década, desde la mitad del reinado de Robert Baratheon hasta los últimos hechos publicados, es decir, con Tommen Baratheon sentado en el Trono de Hierro) de las novelas de Martin.
Como pegas principales al mundo martiniano, le pondría dos:
  • Coincide con Tolkien en que aunque pasan los años, y los siglos, y los milenios, este mundo está anclado en una especie de Edad Media permanente, en la que no se producen avances tecnológicos de ninguna clase. Probablemente sea porque, como en la Tierra Media, la magia juega un papel muy importante, y eso haga que las ciencias no adelanten (ni una barbaridad, ni nada de nada).
  • Coincide con la Era Hiboria de Robert E. Howard en que ese mundo se parece sospechosamente al nuestro, desde una óptica eurocéntrica. Es decir, Poniente sería Europa (o una Gran Bretaña expandida, ya que el mismo Martin reconoce haberse inspirado en la Guerra de las Dos Rosas para su historia), al Sur de la cual viviría gente de raza negra; al Este habría grandes llanuras pobladas por jinetes nómadas belicosos; y más al Este aún, un gigantesco imperio de hombres de piel amarilla. Incluso algunos de los nombres que Martin emplea se parecen bastante a los que creó Howard.

En cualquier caso, ha resultado interesante tener una visión de conjunto del mundo de hielo y fuego. Quizá se echa de menos una mayor atención a las casas nobles (y a sus lemas, probablemente lo más jugoso de los pequeños detalles, que no son mencionados ni siquiera de pasada).


¡¡¡VALAR MORGULIS!!!

Digoooo
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: