lunes, 26 de septiembre de 2016

Elecciones regionales

Para que no haya protestas, esta vez haré el comentario de las recientes elecciones regionales en Galicia y Vascongadas. Tanto en una como en otra comunidad autónoma, estaba claro quienes iban a ganar, y las dudas sólo afectaban a matices: si el PP conseguiría mayoría absoluta en Galicia, si el desplome del PSOE sería mayor o menor del pronosticado en ambas regiones, y si los neocom lograrían alzarse con el título de fuerza nacional de izquierdas más votada (sí, ya sé que teniendo en cuenta que lo de Junior es, más que una sopa de letras, un jeroglífico, pero nos entendemos).
En cuanto a Galicia, por una vez los gallegos no han respondido al tópico, y han hablado alto y claro. Quieren que gobierne el Partido Popular, y que lo haga por mayoría absoluta (casi la mitad de los votos han ido para el partido de la gaviota, el charrán o el pajarraco que sea). El PSOE, en cambio, sigue cuesta abajo y embalado: está empatado a escaños con los neocom, pero ha obtenido menos votos, y ya no son la fuerza de izquierdas más votada. En cuanto a los necionanistas regionales (me hizo gracia ayer cuando en Televisión Española decían que tanto en Galicia como en Vascongadas tenían importancia los partidos nacionalistas… vale en Txapelandia, pero en la tierra de la queimada hace ya bastante que los nacionalistas no pintan nada de nada), han conseguido grupo propio… y gracias. El que en una cámara con la quinta parte de escaños que el nacional la diferencia entre el primero y los segundos sea casi el sesenta por ciento de la que hay en el Congreso (lo expresaré de otra manera… extrapolando al Congreso, el PP le sacaría a socialistas y comunistas casi ciento cincuenta escaños… o setenta a la suma de socialistas y comunistas) lo dice todo de la aplastante victoria popular.
En cuanto a Vascongadas, el PNV ganó las elecciones, como estaba previsto, y necesita apoyarse sólo en uno de los otros cuatro grupos parlamentarios (terroristas, neocom, socialistas y populares) para alcanzar la mayoría absoluta. Aquí los neocom no han logrado desbancar a los terroristas del segundo puesto (como siempre, ¿para qué votar una copia de baratillo, pudiendo apoyar el producto original?), y la debacle del PSOE iguala a la del PP, que ya es decir: parece que ambos están peleando por ver cuál de los dos lo hace peor. Como he dicho esta mañana de palabra, en Vascongadas un partido nacional (entiéndase. Constitucionalista) sólo tiene esperanzas si le echa huevos a la cosa y desiste de intentar parecerse a los nacionalistas.
Pedrito, mientras, erre que erre, de derrota en derrota hacia el desastre final. Y, como todos los inútiles, echándole la culpa a los demás. Algunos, como Luis Herrero, plantean la posibilidad de que el PSOE apoye al PNV a cambio de que los epígonos de Sabino Arana apoyen la investidura de Rajoy; porque, eso sí, las perspectivas del partido del puño y la rosa en unas hipotéticas elecciones prenavideñas tienen el color del culo de una hormiga.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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