jueves, 10 de noviembre de 2016

¿Por qué no dejaré quieto el teclado?

Finalmente, lo inaudito, lo impensable, lo imprevisible, lo inédito, lo increíble (¿lo indeseable?) sucedió, y el outsider Donald Trump ganó las elecciones presidenciales estadounidenses (en votos del colegio electoral, que no en sufragios directos). No podía ser de otra manera, teniendo en cuenta quiénes apoyaban a su rival
Hablando en serio, y por mucho que haya protestas en ciudades de Estados Unidos, las cosas son como son. Y si ni un inútil como el cultivador de cacahuetes pudo cargarse el país, ni un santo laico como el mulato actualmente en el cargo ha podido cambiarlo de arriba abajo, esto es porque el diseño del sistema  hace dos siglos y medio y su evolución en este lapso de tiempo ha creado unas instituciones más sólidas que aquellos que las ocupan transitoriamente.
En cualquier caso, van a ser cuatro años interesantes. Por lo que suceda, o por lo que deje de suceder.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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