jueves, 17 de noviembre de 2016

Que paren, que me bajo

Cuenta Federico Jiménez Losantos que, en cierta ocasión, uno de sus hijos le preguntó Pero papá, ¿no podrías contar las cosas de otra manera?, a lo que el periodista turolense respondió Hijo mío, si las contara de otra manera no podría enviarte a estudiar a Estados Unidos.
Quiere esto decir que, aunque sea para ganarse la vida, Jiménez Losantos tiene la costumbre de no dar un rodeo a la hora de calificar las cosas, y tan pronto llama Echeminga a ese despojo humano (y lo digo por su catadura moral, que no por sus minusvalías físicas) que dirige la franquicia neocom en Aragón como califica de maricomplejines a la mayor (quiero pensar que no todos) parte de los dirigentes del principal partido de derechas español.
Y lo malo no es que en su modo de expresarse y de actuar los peperos muestren timidez y hasta apocamiento ante izquierdistas y necionanistas, gentuza unos y otros que tienen mucho más de lo que avergonzarse, por su pasado y hasta por su presente. No, lo malo es que esa actitud delata un abandono de los principios que, al menos de boquilla, dieron grandeza moral a ese partido, y que hoy sólo mantienen algunas de sus figuras, señeras pero apartadas de la primera y hasta de la segunda línea de la política.
Sólo así se explica que, en su acercamiento a los separatistas, Triple Ese haya dicho una canallada como que todo el mundo tiene sus razones.
Claro. Así las cosas, Hitler, y Stalin, y Franco, y Pinochet… hasta Satanás tenía sus razones, cuando se rebeló contra el Altísimo. La cuestión es si esas razones, por hacer el juego de palabras, son razonables o no.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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