Saltó
la noticia de que Vitolo, futbolista del Tenerife, sufrió una lesión en los
huesos de la nariz que hizo que tuviera que ir al hospital en Gerona… y
marcharse de allí puesto que se negaban a atenderle en español, empeñándose en
hablar únicamente catalán.
Posteriormente
se produjeron otras declaraciones, diciendo que si las cosas no fueron así, que si
patatín y que si patatán. Sin embargo, lo peor no fue que la noticia inicial
fuera falsa o inexacta. No: lo peor de todo es que era verosímil. Quiero decir
que a nadie le hubiera extrañado –es más, mucha gente lo hubiera considerado
como algo habitual- que el relato de los hechos hubiera sido completa, total y
absolutamente veraz.
Podremos
plantearnos quién lanzó el bulo (al parecer, La Razón), y por qué. Podemos plantearnos si, al igual que ocurría
con los fascismos en los años treinta del siglo pasado, se está intentando
crear un enemigo –entonces los judíos, hoy los catalanes- al que se culparía de
todos los males de España. Podríamos hacer todo eso, sí –sin perder de vista
que los españoles no queremos exterminar a los catalanes, sino mantenerlos
dentro de España… y que son los necionanistas
catalanes, o así nos lo han hecho creer, los que profesan un odio visceral a
España y a los españoles-, pero mentirá como un bellaco el que niegue haberse
creído, siquiera por un momento, el titular de la noticia.
En esa
clase de país estamos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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