martes, 10 de abril de 2018

Tolerancia con los intolerantes


Que la gestión que está haciendo el Gobierno de España de la crisis en Cataluña –léase, la aplicación del artículo 155 de la Constitución- es algo manifiestamente mejorable lo admitirán hasta los más encendidos defensores del susodicho Gobierno. Que más vale esto que nada, pues quizá también. Pero eso no evita (ni obsta, ni empece) que haya críticas. Justas, merecidas y necesarias, incluso dentro de las filas del partido que sostiene al Gobierno.
Porque en Cataluña ha habido violencia desde hace tiempo contra los que no son secesionistas. La hay en la actualidad, y la seguirá habiendo en un futuro previsible a no ser que se tomen medidas más enérgicas que las que se han adoptado hasta la fecha. Y no se trata de casos aislados, como los denomina Cocomocho, sino que son una actividad sistemática y organizada; tanto, que el Ministerio Fiscal va a investigar si los sabotajes de los comités de defensa de la república (estos deben pensar que la mejor defensa es un buen ataque) pudieran constituir delito de rebelión.
Para finalizar: ¿por qué prohibió el Gobierno a Policía y Guardia Civil mostrar vídeos de las agresiones que los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado sufrieron la jornada del Butifarrendum II? O, dicho de otra manera, ¿a quién pretendían beneficiar?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: