viernes, 27 de julio de 2018

A tomar por c…

A principios de mes, justo antes de que Chis Torra visitase la Moncloa, el Gobierno casi en pleno ejecutó una bajada de pantalones (y faldas, supongo, si es que queremos que las frases hechas también resulten inclusivas) ante los golpistas catalanes (o ante los catalanes golpistas, que tanto monta, monta tanto).
Los ierreceos exigieron un imposible (un referéndum pactado), y la ministro Pixidixi, en lugar de decirle las del barquero, anunció un diálogo sin cortapisas. Fue luego secundada por su colega de gabinete, que prometió que el supremacista hablaría de lo que considerase oportuno (y autorizó que el referéndum estuviese en el orden del día de la reunión), después de que, oportunamente, amarrase su voto para la (re) politización de Radio Televisión Española (algo que, a la postre, no sirvió para nada, porque los vascos, como buenos vascos, se pusieron cabezones y echaron todo al traste).
Lo malo es que los pantalones se los bajan ellos, pero los sodomizados somos todos los españoles.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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