sábado, 14 de julio de 2018

Qué malo es el pasado…

Yo tengo una gran ventaja sobre la mayoría de los políticos que hay en España: nunca me he metido en política, no tengo intención de hacerlo y es dudoso que alguien me meta en ella. Por lo tanto, todas las opiniones que expreso, más allá de que alguien pueda pensar que soy un facha (o que me quedo corto, que de todo hay en la viña del señor), no tienen más consecuencia práctica que servirme de desahogo.
Claro, que probablemente lo mismo podría decirse de Mínimo Huerta: nadie esperaba en la vida que llegara a ministro, y lo hizo. Duró sólo una semana, es verdad, pero en ese breve lapso de tiempo todos nos hartamos de conocer las opiniones que había expresado en el pasado.
En cambio, no es este el caso de la actual titular de la cartera de Sanidad, que lleva en política unos cuantos años y que, estando ya en política –era nosequé en el organigrama socialista- hizo unas declaraciones que no se compadecen con el supuesto progresismo que debe acompañar a todo suciolisto que se precie.
Por lo que cuenta el afectado, la hoy ministro de Sanidad negó a los homosexuales varones (pero no a las lesbianas) la capacidad de que pudieran tener un hijo sólo por el hecho de que no tenían útero, Cuando el interesado (literalmente) le dijo que los derechos sexuales y reproductivos (sic) no pueden ser discriminados en función del sexo u orientación sexual, la contestación de la hoy ministra fue tajante¡No vas a comparar! Las mujeres tenemos útero, los hombres no.
De donde se deducen dos cosas: los hombres y las mujeres no son iguales… y hasta los progres lo saben.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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