lunes, 23 de julio de 2018

Es la televisión, estúpidos

Algo que todos los totalitarismos, declarados o encubiertos, de uno y otro signo comparten es la importancia que le dan al control de los medios de comunicación. Por ello, no es extraño que cuando los aspirantes a dictadorzuelos no tienen el poder critiquen la politización (real o supuesta) de los medios públicos… y que cuando alcanzan el poder hagan precisamente aquello que criticaban furibundamente, sólo que corregido y aumentado.
Tomemos como ejemplo lo sucedido en España en los dos últimos meses. De todas las medidas y decisiones que ha tomado Sin vocales, entre las pocas verdaderamente reales, efectivas y no soflamáticas se encuentra el asegurarse el control de Radio Televisión Española. Y como para ello necesita el auxilio de otras fuerzas políticas, en lugar de buscar el de las formaciones teóricamente democráticas (es decir, Partido Popular y Ciudadanos) se ha ido a por el de una de las más liberticidas de todo el arco parlamentario: los neocom.
Y como a Junior le encanta ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y hasta el muerto en el entierro, fue él quien anunció el nombre del candidato a presidir el Ente: un sujeto sectario hasta la náusea, escorado a la izquierda a más no poder (en realidad, de estas dos cosas no estoy absolutamente seguro, pero sabiendo quiénes le han propuesto no tengo miedo de meter la pata) y mano derecha de un rojo más a la izquierda que él.
Lo más gracioso, inicialmente, fueron las palabras de Junior, que decía que TVE tiene que dejar de ser un aparato de propaganda del partido que gobierne. ¿Para pasar a serlo de los comunistas? Amosanda… Lo más gracioso, al final, es que todos tuvieron que comerse sus palabras, porque no obtuvo los apoyos parlamentarios necesarios (ya el PNV anunció que no daría su apoyo a este nombramiento), y de hecho finalmente la renovación del consejo se fue por el sumidero por un solo voto… quien sabe sin con el perverso objetivo de poner a un único administrador único, que ha resultado ser Rosa María Mateo.
Personalmente, a mí me da lo mismo si sabe de gestión o no. Su antecesor en la candidatura, estoy seguro, no tendrá ni refitolera idea, y la Mateo, por su edad, ya tiene que estar de vuelta de todo. Y si su nombramiento fastidia al coletas, miel sobre hojuelas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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