domingo, 26 de mayo de 2019

Judas el miserable

A trancas y barrancas, y a pesar de lo que diga, proclame o manifieste, Sin vocales sigue adelante en su plan de acaparar todo el poder que pueda todo el tiempo que pueda, no importa a costa de qué.
Empezó hace tres semanas, configurando una mayoría progresista (que es como los de izquierdas se llaman a sí mismos) en la mesa del Congreso (que es la más importante de España; más aún que la del Consejo de Ministros, puesto que en esta última uno decide y los demás aplauden… literalmente), excluyendo a separatistas vascos, ierreceos y derechistas desacomplejados.
Siguió con la propuesta de Queliseta fuera el presidente del Senado y, por lo tanto, cuarta autoridad del Estado. La cosa le salió rana porque la asamblea legislativa regional catalana no accedió a nombrar senador al maricatalino (es difícil presidir una asamblea a la cual no se pertenece), a pesar de que ello supondría que alguien completamente contrario a la aplicación del artículo 155 de la Constitución dirigiría la cámara competente para activarlo.
Dctr Snchz propuso (y consiguió que fueran nombrados) entonces a otros dos miembros del ¿organismo saprofito? socialista (y de los socialistas), probablemente en otro nuevo guiño a los golpistas. Algo que parece confirmado, dada la actuación de una y otro… actuación que se ha topado con la defensa de la legalidad que parecen estar emprendiendo los que en el Estado entienden de leyes o han de hacer que se apliquen.
Lo más divertido (por no decir triste) es que, en una de esas raras coincidencias de los socialistas con la verdad (coincidencias que, como sabemos, nunca son intencionadas), Pdr Snchz, al respaldarlos, ha dejado bien claro por qué los ha puesto donde los ha puesto: son, dijo, dos españoles al servicio de Cataluña.
Este malnacido no debe ser consciente que los españoles que se sienten como tales al servicio de lo que deben estar es de España.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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