Debe haber una sola cosa en la que Pdr Snchz no ha mentido en los últimos años, y es sobre el indulto a los golpistas catalanes. Cuando se le preguntaba, en sede parlamentaria o fuera, si llegado el caso concedería el indulto a quienes se saltaron la Ley a la torera y dieron un golpe de Estado, quizá contestara con evasivas, quizá diera la callada por respuesta, pero nunca dijo que no pensara hacerlo.
Quizá
por ello a nadie sorprende -y quien se muestre sorprendido, o miente
miserablemente, o es tonto de solemnidad- que, llegado el momento, estén
considerando acceder a lo que todos sabíamos que accederían. Sí que sorprende
un poco -tampoco demasiado, pues ya sabemos que la desfachatez y falta de
sentido del ridículo de esta gente tienen, como diría Masturbito,
dimensiones planetarias- la justificación que aducen, por boca del chico de las
maletas de la narcodictadura venezolana: que es un gesto de normalización positivo.
Será de lo que ellos llaman nueva normalidad. En la antigua, es una bajada de pantalones en toda regla, una traición que hace que Vellido Dolfos o Audax, Ditalco y Minuro resulten, en comparación, paradigmas de la lealtad, o bien un pago por los servicios prestados.
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