Radio Televisión Española siempre ha sido, desde su creación, un altavoz de las consignas que le llegaban desde el poder de turno, llámese Franco, Suárez, González, Aznar, Rodríguez, Rajoy o Sánchez.
Realmente
iba a acabar la frase anterior con Iglesias, por aquello de que los
incautos sostienen que el pobre Sin vocales no es en realidad tan malo,
y que todos los desafueros de este desgobierno socialcomunista que padecemos le
vienen de las perniciosas influencias de sus socios de desgobierno, tanto los
inmediatos -los neocom, con el Chepas a la cabeza- como los
mediatos (léase golpistas, terroristas y demás patulea antiespañola). Pero eso
sería suponer que Pdr Snchz no es malo, y lo es: el psicópata de la
Moncloa no necesita que nadie le empuje a hacer nada malo, ya se tira él de
cabeza a hacerlo.
Por
eso, si RTVE dice que el Gobierno estudia retirar a Juan Carlos I el título de rey, aunque luego rectificase, la orden vino de la presidencia del
consejo de ninistros, no de la vicepresidencia segunda o de los ninisterios
de Escasez, Paro o Estulticia.
Todo
ello demuestra, además de la mala fe de quien es -esperemos que por el menor
tiempo posible- la tercera autoridad del Estado (y bien que le encantaría pasar
a ser la primera), su tremenda estupidez. El título de Rey (de España, de
Francia, del Reino Unido o de Albania) no lo concede el poder político de
turno, sino que lo da la Histora. Esa que socialistas y comunistas, por mucho
que se empeñen, nunca dominarán y nunca podrán cambiar.
Esa que les señalará como los peores gobernantes que ha tenido nunca la nación más antigua de Europa.
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