miércoles, 2 de junio de 2021

Proceso al proceso (185)

Ante el dictamen del Tribunal Supremo considerando improcedente la tramitación de los indultos a los golpistas catalanes, el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer cumplió su máxima de no criticar las resoluciones judiciales.

Eso sí, lo de criticar al órgano judicial que las emitió… bueno, eso es otra cosa. Demostrando dónde les escuece, afirmó que el alto tribunal había dado la razón al Chepas y a los independentistas, afirmó que había dejado de ser respetable por un trabajo político.

Por otra parte, algunos líderes regionales socialista alzaron la voz -tampoco demasiado, no vayamos a hacernos ilusiones de que tienen algo parecido a la decencia- y afirmaron que, para los indultos, con ellos que no contaran. Probablemente, el ataque de dignidad les dure hasta que sean llamados a capítulo, o hasta que tengan que votar alguna resolución interna del partido, o hasta que su puesto dependa de una decisión del psicópata de la Moncloa. Mientras éste siga empuñando las riendas del partido, les tendrá enlazados por los dídimos. Y si te aprietan ahí, duele. Vaya que si duele.

Mientras, en Vox anuncian una querella contra el desgobierno socialcomunista si finalmente aprueban los indultos: primero, en vía contencioso administrativa, por desviación de poder; después, en vía penal, por un delito de prevaricación al (como dicen redundantemente) autoindultarse a sí mismos.

Y para remate, llegó Rodríguez y abroncó a González por no apoyar a Sánchez. Según él, uno debe apoyar al gobierno del partido al que pertenece (es lógico que a alguien sin conciencia no se le dé una higa escuchar a tu conciencia a la hora de tomar una decisión). Según él, también, todos los que somos españoles de bien están a favor del indulto.

Españoles de bien, dice, el hijo de mil padres…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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