Azuzar los bajos instintos de la chusma es como iniciar un fuego: puedes pensar que tienes la cosa controlada, pero a la que te descuidas las cosas se pueden salir de madre y tú puedes acabar chamuscado, o peor.
Pilar -qué nombre más catalán,
¿eh?- Rahola, que no es del todo estúpida, por más que desde hace bastante no suelte
más que sandeces, ha sido una de las voceras más señaladas del secesionismo
catalán. Pero ahora ya no es tan popular entre las hordas golpistas: las
juventudes de los Clicks Unidos de Playmobil han señalado la casa de la
susodicha en Cadaqués. ¿La razón? La acusan de ser sionista.
A quién se le ocurre, Maripili…
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