Una de las divisiones que se puede hacer de los libros que leo es entre autores que sigo habitualmente y autores esporádicos o puntuales. Y dentro de estos últimos, hay autores que recuerdo cómo llegué a conocer y autores -o libros- de los que, cuando llega el momento de leerlos y hacer el comentario, no guardo ni la más mínima brizna de lo que me llevó a leerlos.
Puedo colegir, por el tema y las
referencias, que quizá leer algún artículo de Arturo Pérez-Reverte me llevara a
esta obra. O quizá me topara con ella por casualidad. El caso es que pertenece
a esa categoría de libros raros o extravagantes (en el sentido
justinianeo del término) que de vez en cuando caen en mis manos.
A pesar de lo relativamente árido
del tema -un estudio, más que una crónica, bastante pormenorizado de la
evolución de lo que en su día fue la mejor infantería de Europa, si no del
mundo-, el libro se lee bien. Se echa de menos alguna explicación -cómo en qué
consistía exactamente la pena de cuerda-, lo que hace que piense que el autor
presupone que el lector tiene algún conocimiento previo sobre la materia… lo
que no era el caso.
En resumen, una aproximación
interesante a una época en la que Europa temía a España… y las razones por las
que lo hacía.
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