jueves, 28 de abril de 2022

Café para todos

Cualquiera que haya seguido este blog un cierto tiempo se habrá percatado de que soy de derechas (¡No! ¿En serio?), o por lo menos que sacudo con especial fruición, frecuencia y hasta delectación a la izquierda.

Eso no quiere decir que sea incapaz de ver la viga en el ojo propio. Generalmente, elijo no criticarla, que para eso ya están los medios oficiales y oficiosos; yo prefiero descargar bilis y soltar vapor despotricando contra la izquierda.

Hay, sin embargo, casos que claman al cielo. Como el del Ayuntamiento de Zaragoza, que no cobra el Impuesto de Bienes Inmuebles a la urbanización donde reside el alcalde de la capital aragonesa, a la sazón del PP; o como el de la adjudicación de siete quioscos a un empresario amigo del alcalde.

El segundo caso podría deberse a que ese empresario hubiera presentado la mejor oferta; el primero no tiene perdón de Dios ni del fisco.

Así que, si es lo que parece, caña.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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