martes, 21 de junio de 2022

Análisis de las elecciones andaluzas

Y, por otra de esas casualidades que tiene la vida, hoy comento también los resultados de las elecciones regionales celebradas en Andalucía el pasado Domingo.

Recuerdo que, cuando todavía estábamos en precampaña, me preguntaba, si tuviera que elegir, qué preferiría: que el Partido Popular consiguiera mayoría absoluta, o que el Partido Socialista cayera por debajo de los treinta escaños.

Lo primero daría confianza a los populares, y les animaría, probablemente, a seguir en el camino templado elegido por Núñez Feijó. Lo segundo supondría una humillación para los socialistas y, quizá, les haría darse cuenta de la senda errada que llevan y rectificarían (nah, yo tampoco lo creía posible).

Y, finalmente, ha pasado lo que ha pasado: el PP ha conseguido mayoría absoluta, el PSOE tiene treinta escaños raspados -no en San Telmo, como dijo ayer una comentarista, creo que en Televisión Española, porque el palacio de San Telmo es la sede del ejecutivo regional, mientras que la asamblea legislativa regional se encuentra en el Hospital de las Cinco Llagas de Nuestro Redentor (también conocido como Hospital de la Sangre)… y no, yo tampoco lo sabía-, Vox ha pasado a ser la tercera fuerza por número de escaños (aunque se ha quedado muy lejos de lo previsto), y la extrema izquierda se ha pegado el tortazo del siglo (como he leído por ahí, el proyecto de Egolanda tiene más partidos que parlamentarios), consiguiendo menos parlamentarios que Vox.

En cuanto a las declaraciones que se han producido tras conocerse los datos, la primera es que los de la mano y el capullo se escudan en que sólo han tenido siete meses para preparar la candidatura… lo que hace pensar en qué demonios habrán estado ocupados los otros dos años y medio transcurridos desde las últimas elecciones (ya lo sabemos: en acabar con el susanismo). Dice también la Lastre que si Moreno ha ganado ha sido gracias a los ingentes fondos (¿sacados de dónde? Del bolsillo de los españoles) aportados por el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer para la lucha contra el Covid (es la Covid, Adri, la Covid, de COronaVIrus Disease, es decir, enfermedad por coronavirus). O sea, que el psicópata de La Moncloa ha sido quien ha ganado las elecciones andaluzas, aunque sea con un partido que no es el suyo.

Luego, los periodistas hablan del miedo a Vox, aunque parece que quienes les tienen más miedo son los propios analistas políticos, porque, lo que es la gente, les vota. Y en Génova ven cada vez más cerca la posibilidad de recobrar el poder en España.

Y, para terminar, el batacazo que se han pegado las distintas coaliciones neocom, que en lugar de reconocer sus posibles errores, se han dedicado a tirarse los trastos a la cabeza las unas a las otras. Al menos, Teresa Comosellame dice que no se presentará otra vez, con lo que nos libraremos de ella. Veremos si es cierto.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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