Aprovecho la entrada de hoy para mostrar un ejemplo práctico de aplicación de las palabras que me invento, y que mencionaba ayer. En concreto, me voy a referir a la última de las tres que mencionaba, torperverso.
Y es que los miembros del
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer son malvados,
sí; pero, al modo de lo que decía Einstein, son tan zotes que su estupidez no
conoce límites, y son capaces de expresar verdades como puños sólo porque son
idiotas. Porque hay cosas que no se piensan, de pensarse no se dicen en voz
alta, y de decirse en voz alta no se hacen ante testigos.
Pero la secretaria de
Estado de lomismodá, esa que es nombrada con su nom de guerre
después de su nombre y apellidos, es idiota integral (además de una cojofóbica,
a tenor de cuando llamó puta coja a una compañera de partido… o quizá se
trate de putofobia), porque declaró, y se quedó más ancha que pancha, que el que
gente como ella esté en el gobierno es una anomalía, y que a ello se
debe su diarrea legislativa.
Oye, pues yo no habría sido capaz de expresarlo mejor…
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