lunes, 17 de julio de 2023

Notileis tilitos

El problema del marxismo y sus ideologías derivadas es que, a pesar del marchamo de científico que adorna el ominoso sustantivo de socialismo, no pasan de ser las elucubraciones tendenciosas de un vago jeta y aprovechado.

Como si el llenar páginas y páginas de tonterías fuera garantía de un trabajo bien hecho y concienzudo. Ya lo dijo Baltasar Gracián -lo bueno, si breve, dos veces bueno-, y esto vale tanto para los exámenes del colegio como para cualquier otro orden de la vida.

El problema surge cuando se pretenden llevar a la práctica los desvaríos giliprogres, fauna que parece haberse extendido como los conejos cuando los llevaron a Australia: te los encuentras por todas partes.

Una de las últimas ha sido la pretensión de Bruselas -no la belga, sino la europea, aunque coincidan en el espacio- de un ejército ecologista que combata sin alterar la huella de carbono.

Como es imposible tomarse en serio semejante mamarrachada, diré solamente -partiendo del hecho que una de las principales fuentes de los llamados gases de efecto invernadero son las flatulencias del ganado- que, teniendo en cuenta que semejante ejército se va a cagar por la pata abajo, difícil que no afecten a esa huella.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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