Según el psicópata de La Moncloa, nadie como los socialistas gestiona la economía. Bien mirado, esto es cierto:nadie la gestiona como ellos… de mal, claro, aunque probablemente no sea eso lo que pretenda decir.
Claro, que si toda una doctora en
Derecho constitucional -se ve que la devaluación de los doctorados viene de
lejos- es capaz de decir que el dinero público no es de nadie, a nadie debe
extrañar que los de la mano y el capullo, ayudados por los de la hoz y el martillo,
tiren alegremente con pólvora del rey.
Porque España se enfrenta, cada
vez con menos posibilidades de salir bien librada, a la perspectiva de sufrir
embargos en sus bienes -que, al ser de España, son de todos y cada uno de los
españoles, aquí y en Cabra- por los impagos del desgobierno socialcomunista que
tenemos la desgracia de padecer, ahora tras un laudo de la Corte Permanente de
Arbitraje de La Haya, que condena a España al pago de casi treinta millones deeuros.
Eso sí, parece que este
ecologismo intermitente (que se apaga cuando tocan el bolsillo) tiene cómplices
en Europa, porque la Unión Europea prepara su salida del Tratado de la Carta de la Energía, tratado que es neutral con respecto al despliegue de unas y otras
fuentes de producción de energía, y que sienta las bases para que las
inversiones en materia de energía se desarrollen bajo un clima de seguridad
jurídica y estabilidad institucional.
Algo que en Europa parece estar desapareciendo.
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