Confieso que al principio no sabía
cómo titular este hilo. Sin embargo, poco antes de empezar a escribirlo se me
ocurrió el encabezamiento perfecto. Indudablemente, el que la izmierda tienda a no respetar las ideas
de aquellos que no comparten las suyas tiene un componente importante en el
hecho de que Elena Valenciano haya pedido prohibir la circulación de un autobús antiabortista.
Sin embargo, el hecho de que lo haya
tildado de terrorismo publicitario
arroja un poco más de luz sobre el asunto. Al parecer, el autobús iba a mostrar
imágenes explícitas de fetos ensangrentados, a lo que la señora (o señorita,
punto que desconozco) Valenciano ha aducido que dicha publicidad hiere gravemente la sensibilidad de todas
las mujeres que alguna vez han interrumpido su embarazo. Aparentemente,
para la vicenada del PSOE rige aquel
refrán castellano de ojos que no ven,
corazón que no siente. Mientras las mujeres que han abortado no vean
imágenes de las consecuencias que tuvo su decisión, sus conciencias
permanecerán dormidas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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