martes, 31 de diciembre de 2013

Éramos pocos…

Animados por la tolerancia que el gobierno de España muestra con los secesionistas catalanes, los racistas vascos vuelven por donde solían y retoman la iniciativa de Ibarreche, camuflándola del tan manido derecho a decidir. Ahora, lanzan una propuesta para que los vascos decidan su futuro.
Tanto en un caso como en el otro, será como en el de los separatistas de Quebec: si el resultado del referéndum no es el que ellos persiguen, no se darán por vencidos, y considerarán que la cosa todavía no estaba madura y que habrá que volver a intentarlo. Eso sí, si por fin alguna vez consiguen el resultado electoral perseguido, éste será considerado por ellos como definitivo y no sujeto a ulterior posible rectificación. Y si a alguno se le ocurriera sugerir una eventual reincorporación a España, sería tildado de traidor a la patria… cuando menos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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