Aparentemente, cuanto
más se aproximan en sus pasos a la tan ansiada independencia, tanto más
lampedusianos se vuelven algunos necionanistas
catalanes.
La última ocurrencia ha sido proponer la creaciónde un consejo ibérico que, además de
a España y Cataluña incluyera –supongo que por aquello de guardar las apariencias-
a Portugal y Andorra.
Mientras, en uno de
sus raros ataques de sinceridad en lo que a las consecuencias de la secesión se
refiere, Arturito Menos ha reconocido
que una Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión Europea (mira que le
ha costado admitirlo) porque, por lo visto, a Europa no le entusiasma la idea de una consulta soberanista en Cataluña.
Si supieran todas las consecuencias, probablemente tampoco los propios
catalanes sentirían eso que Mas llama entusiasmo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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