lunes, 23 de diciembre de 2013

¿Por qué, por qué, por qué?

A diez días vista, ya casi nadie recuerda el fin del proyecto Eurovegas. La razón oficial fue que Adelson había planteado tales condiciones que el Gobierno se vio obligado a rechazarlas. Ahora bien, lo que no me queda tan claro son las razones de dichas condiciones inasumibles.
Caben dos posibilidades. Una, que todo el asunto fuera desde el comienzo un montaje, una maniobra de distracción o de acicate cara al verdadero objetivo, que parece ser el Extremo Oriente y, más concretamente, Japón. Se trataría, por lo tanto, de una maniobra parecida a la que dicen que tuvo lugar con Eurodisney: decididos desde el primer momento a instalarse en París, los americanos habrían empleado la posibilidad de Valencia como palanca con la que vencer la resistencia de las autoridades francesas.
Pero cabe otra posibilidad: que Adelson sí tuviera la intención de montar su complejo en España, pero que ante la inestabilidad legislativa proverbial en España (el PSOE ya ha amenazado varias veces con que lo primero que harán al llegar al Gobierno será derogar algunas leyes aprobadas durante el mandato del Partido Popular) decidió, como empresario que es (y judío, además), buscar el modo de asegurar su inversión.
¿Qué ocurrió en realidad? Probablemente, nunca lo sepamos…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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