domingo, 29 de diciembre de 2013

Crimen execrable

Se mire como se mire, el aborto es un asesinato. Y como el asesinato de seres humanos ya nacidos, en algunos casos puede haber circunstancias atenuantes, pero lo que no cabe en ningún caso –y no sólo desde un punto de vista cristiano, sino puramente ético-  es liberalizarlo completamente, y mucho menos considerarlo un derecho, como tan alegremente proclama el progretariado español.
Es por eso un motivo de alegría para cualquier persona decente libre de prejuicios ideológicos sobre la materia que el gobierno del Partido Popular, cumpliendo (por una vez) una promesa de su programa electoral (programa que, no se olvide, fue el que le granjeó el voto mayoritario de los españoles) haya iniciado los trámites para la reforma de la legislación sobre la materia, que tras el paso de Bibiana Aido por el Ministerio de Igualdad (sí, aquella que dijo que un feto de trece semanas es un ser vivo, pero no un ser humano) se había convertido en una especie de licencia indiscriminada para asesinar nonatos.
Porque vamos a ver: si el aborto es un derecho, como dicen feminazis y retroprogres, ¿por qué la izmierda, en sus dos décadas de gobierno en España, no ha despenalizado completamente el aborto hasta un segundo antes del parto? ¿No será porque saben que, a pesar de todas sus proclamas altisonantes, un aborto es un asesinato?
Naturalmente, el PSOE, con el hijo de P al frente, se ha puesto a vociferar consignas como que la reforma elimina el derecho de las mujeres (olvidando que el nonato también tiene derechos, el primero de ellos a la vida) y que quien no tenga recursos para abortar va a pasar a la clandestinidad. Y, en una nueva muestra de ese afán revanchista y matonesco que impregna su actuación política desde su mismo fundamento, ha proclamado que Hay que hacer que paguen por esto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: