La base sobre la que el PSOE apoyó su
campaña para las elecciones al Parlamento Europeo tras el intercambio de
monólogos entre sus dos cabezas de lista fue el supuesto machismo de candidato popular. Como ya señalé en otra entrada
de este blog, el comentario de Arias Cañete fue más desafortunado que
verdaderamente machista, al menos en mi opinión. En cualquier caso, así les ha
ido a los socialistas, que van de derrota en derrota hacia el desastre final.
Lo curioso es que en sus propias filas
tienen un caso más notorio de machismo. Por serlo, lo es hasta de eso que
llaman violencia machista o de género. Es decir, un caso más grave,
de hace más tiempo y en un militante que no es precisamente de base, sino el
presidente de la federación vasca del partido y amiguete comprensivo de los
terroristas.
En efecto, Eguiguren fue condenado por
pegar a su mujer. De eso hace ya años, y ahí sigue tan pancho. No se sabe que
el lobby feminazi del PSOE, tan
diligente para otras cosas, le haya exigido el abandono de los puestos de
responsabilidad en el partido. En cuanto al secretario general de la federación
cuando se produjeron los hechos, un tal Ramón Jaúregui –que también lleva en la
política tres o cuatro décadas-, cuando le han sacado el tema en la campaña se
ha referido a él como incidente. Ya,
y la Primera Guerra Mundial, de la que ahora se cumple el centenario de su
comienzo, fue otro incidente…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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