Y por fin, tras treinta y siete
jornadas, todo se resolvió en la última. Hacía muchos años que no se llegaba a
la última jornada de liga con tanto en juego. Se conocía únicamente el último,
el tercero y qué dos equipos podían ser campeón de liga, pero nada más.
Y, finalmente, lo fue el Atlético de Madrid. De los tres posibles candidatos, el que menos me molestaba. Eso sí,
jugando en casa del que más me molestaba –o, como suelo decir, de lo que más
odio, fuera de la política… aunque bueno, cada vez está más metido en política-
e impidiéndole alcanzar el trofeo.
Lo que no entiendo es por qué no se
entregó dicho trofeo. Los dos equipos que podían conseguirlo estaban en la
misma ciudad. En el mismo estadio, de hecho. ¿Entonces…?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario