En la eliminatoria de semifinales de
la Liga de Campeones (nombre curioso donde los haya, porque el mejor equipo del
siglo XX no fue campeón de nada la temporada pasada) entre el Real Madrid y el
Bayern de Múnich (iba a escribir Fútbol Club Barcelona… ¿en qué estaría yo
pensando?), el conjunto español fue el que metió los goles (uno en el partido
de ida, cuatro en el de vuelta… en Alemania), mientras que el alemán tuvo la
posesión (hasta un 75% en el primer tiempo del partido de ida).
Fue, por así decirlo, un combate entre
la pegada y el juego de piernas (y perdón por el chiste fácil). Naturalmente,
ganó la pegada. El juego de piernas te puede servir para esquivar, esquivar y
esquivar, una y otra vez; pero si no lanzas un golpe, a lo más que puedes
aspirar es a unas tablas. O, como dijo un tal Franz Beckenbauer al terminar el
partido de ida, la posesión no vale de nada si no metes goles.
Lo más curioso es que, finalizada la
eliminatoria, otro que pasaba por allí, un tal Karl-Heinz Rummenigge,
casualmente director general del Bayern, dijo que es para vomitar el trato que se le ha dado a Guardiola. ¿Se
referiría, quizá, al presidente de honor del club, el antedicho Beckenbauer?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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