martes, 22 de diciembre de 2015

Crónica de una muerte anunciada

Cuando fue seleccionada una película en vascuence como candidata española a los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos (vulgo, los Óscar), expresé la posibilidad de que, jugando al despiste con el idioma, lograra pasar la primera criba.
No ha sido así. Antes incluso de las Navidades, como viene siendo tradición en estos últimos años, han mandado a la candidata española de vuelta a casa. Es lo que cabía esperar. La Academia españoña (pensaba escribir española, pero me ha traicionado el teclado y me ha gustado tanto la palabra que he decidido dejarla) presenta candidatos pensando en sus propios gustos, no en los de los americanos, y así nos va.
Es como cuando se hace un regalo: no hay que pensar en lo que le guste al que regala, sino en los gustos del que va a recibir el regalo. Cuestión de educación… y de prudencia.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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