Desde hace unos años sigo con atención el mensaje
navideño de Su Majestad el Rey, antes Juan Carlos I y ahora Felipe VI. Antes también
lo oía, pero no lo escuchaba. Como quien oye llover, vamos.
El de este año me ha gustado. Me parece que el Jefe
del Estado ha dicho unas cuantas cosas, bastante importantes y bastante claras.
No voy a analizarlas, eso lo hace gente mucho más preparada que yo en semejantes
menesteres. Lo que sí voy a hacer es hablar de las reacciones al mismo.
Particularmente, de las negativas, que han
procedido de la extrema izquierda (paleocom
y neocom, estos últimos, como
siempre, creyéndose el centro del universo) y de los necionanismos vasco y catalán. En cuanto a estos últimos, se han
dado por aludidos; por una vez, han acertado, porque la cosa iba
específicamente con ellos. Su reacción, ver la (imaginaria) paja en el ojo
ajeno mientras obvian la enorme viga en los suyos.
Vamos, que el Rey lo ha clavado. Bien por él. España
todavía tiene esperanzas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA EL REY!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario