viernes, 11 de diciembre de 2015

Mas carmenadas

Un familiar que la conoce personalmente dice que la actual alcaldesa de Madrid –con el apoyo del PSOE, no se olvide- es una persona muy inteligente. No pongo en duda que quizá hace años lo fuera, pero en la actualidad dicha inteligencia se encontraría opacada, a partes iguales, por el sectarismo y (seamos suaves) la edad.
En primer lugar, el sectarismo. A comienzos de este mes saltó la noticia de que rendiría homenaje a aquel movimiento que, paradójicamente, consintió básicamente en hacer sentadas –en general, en ayuntamientos donde gobernaba el Partido Popular-, colocando una placa en la Puerta del Sol. Como siempre, la izmierda dando muestras de su doble vara de medir: si es la derecha la que vulnera la sedicente legalidad, se les quitan las placas; si es la izquierda, se les ponen.
Y en segundo lugar, la flojera mental. Uno no sabe a ciencia cierta si esta señora es tonta o se lo hace. Su penúltima propuesta consistió en un concurso para niños en el que competirían a ver quién recoge más colillas. La propuesta, además de estúpida –vamos a dejarnos de paños calientes- resulta profundamente antihigiénica; además, para eso está el servicio de limpiezas.
La última propuesta, muy en la línea del ecologismo sandía, fue anunciar que una de las medidas que presentaría en la cumbre sobre el cambio climático (esa sí que es una cuestión discutida y discutible, Rodríguez, y no la de la nación española) sería la de la acupuntura urbana, que según el artículo consiste en intervención en edificios e infraestructuras a través de soluciones basadas en la naturaleza como cubiertas y fachadas vegetales, creación de microclimas, pavimentos permeables, acciones de revegetación en solares, etcétera. Como siempre, sin entrar en detalles.
A ver, que alguien, quien sea, pronto, quite a esta señora de la alcaldía de la Villa y Corte. Por favor.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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