martes, 1 de diciembre de 2015

En mi nombre, no

Esta semana pasada, con el cambio de manos de un importante paquete de acciones que pasaron a un grupo extranjero, surgió la iniciativa, por parte de la agonizante Unión Democrática de Cataluña, de cambiar el nombre del club de mis amores con el objetivo de priorizar la marca Barcelona (uno se pregunta entre quiénes, puesto que las actitudes de la bruja Piruja están ahuyentando a turistas e inversores por igual).
La abrumadora negativa que han cosechado obligó al político de Unió Jose Sánchez Libre, hermano del propietario de la mayoría de las acciones vendidas a "Rastar Group", a emitir un mensaje en twitter en el que afirmaba: "Como socio de honor del RCD Español –la eñe es mía… a propósito de lo cual, siempre me he preguntado por qué sigue llamándose Deportivo y no Esportiu- me parece una barbaridad que se ponga en cuestión el nombre de nuestro club. Orgullosos de nuestra historia". En el entre tanto, numerosos mensajes llegaban a la cuenta de Unió con la sugerencia de que quien debía cambiar de nombre era la formación, que no ha obtenido representación parlamentaria en las últimas autonómicas tras separarse de Convergencia.
Y es que lo que les duele es que el nombre de español no es por oposición a catalán, sino a extranjero (y más concretamente, suizo). Suizo era el fundador, bautizado como Hans por mucho que los culerdos lo rebautizaran como Joan. Suizos son los colores del más que un club, frente a los del almirante Roger de Lauria –apócrifos o reales- que campean en la zamarra del club que tenía su sede en Sarriá y ahora la tiene en Cornellá.
Club que, a propósito, es el que ha propinado la mayor paliza de su historia a ese equipo en el que la escuadra de origen suizo se fija hasta en el momento del triunfo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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