El esperpento
catalán continúa. Aunque en el escenario no parece producirse ninguna
alteración, los movimientos entre bambalinas no cesan. Esto es especialmente
cierto en el caso de los ultraizquierdistas de la CUP, en cuyo tejado se
encuentra en estos momentos la pelota.
Por un
lado, ex terroristas de Tierra Libre
presionan a la coalición para que facilite la investidura de Arturito Menos. Afortunadamente para los
compañeros de Chancleto, sus técnicas
de presión no son las mismas de hace
décadas; las que emplearon, por ejemplo, con Federico Jiménez Losantos.
Por otro,
en un magnífico ejercicio de manipulación, propio de esos partidos asentados en
el sistema a los que tanto critican, la dirección de la antedicha coalición ha manipulado las reglas de su asamblea para favorecer al presidente en funciones.
De lo
que no se dan cuenta estos aburguesados dirigentes es de que las bases, una vez
desatadas, son muy difíciles de someter de nuevo a control, ya sean los sans-coulottes por Robespierre, los
bolcheviques por Kerenski… o los perroflautas
por la izmierda.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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