sábado, 5 de diciembre de 2015

Pirujeces

Las dos ciudades españolas más importantes tienen la desgracia de padecer alcaldesas neocom. En Madrid tenemos a doña Rojelia, una ex abogada, ex juez y ex perta en ocurrencias varias, a cual más ridícula, delirante o, directamente, irrealizable. Ya he hablado de ella unas cuantas veces, y volveré a hacerlo dentro de algunos días.
En Barcelona, en cambio, tienen a una ex nada que valga la pena. Actriz sin oficio ni beneficio, sedicente defensora de los afectados por las hipotecas que en su vida ha tenido que pagar una, hasta sus propios defendidos la atacan porque, según ellos, se dedica más a medidas cosméticas que a parar los desahucios, ya sean de hipoteca, alquiler u ocupación.
La bruja Piruja, a pesar de haber colocado a media familia, cosanguínea o por afinidad (en esto se parece a la sosias del muñeco de la ventrílocua que no para de mencionar a Orejilla del Sordete), sigue proclamando que en absoluto hay nepotismo en el ayuntamiento de Barcelona. Mientras, el hermano de su pareja (o la pareja de su hermana o hermano; esa manía de decir cuñados, suegros, solteros y demás cuando no hay vínculo matrimonial me chincha bastante, además de resultar bastante confuso) le ha partido la cabeza a un turista británico.
Probablemente, lo que quería era meterle en la mollera que los turistas ya no son bienvenidos en la nueva Barcelona neocom.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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