Tanto
naranjitos como neocom se han presentado (a sí mismos) como la nueva política, tan diferente de la vieja política, corrupta y apegada sólo al cargo y al oropel, en
lugar de al servicio de los ciudadanos.
Sin embargo,
ya hemos ido viendo que estos nuevos
políticos no son tan diferentes de los viejos.
Distintos casos de corrupción, chanchullos y demás han ido salpicando a
ultraizquierdistas e indefinidos de izquierdas. Por otra parte, el ídolo de
Anguita y sus seguidores (los del coletas, no los del califa rojo) se pusieron
hechos unos basiliscos cuando un contubernio de la casta los relegó al
gallinero (por cómo protestaban, uno diría que en las alturas no se puede
servir a los ciudadanos).
Últimamente,
ha sido Alberto niño bonito Rivera el
que ya no ha ocultado que aspira a entrar en el Gobierno. Por ello extraña que
rechazara de plano la alternativa planteada por el diario ABC: crear Ciudadanos
populares, una coalición electoral con Rajoy de jefe y Rivera de número
dos.
Será
que, como Junior, no se conforma con
menos que ser el number one.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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