Una
amiga me ha hecho la pregunta que da título a esta entrada. Y la verdad es que
no hay una respuesta fácil.
Para
empezar, tenemos el pacto entre PSOE y Ciudadanos. Sumados ambos grupos tienen
ciento treinta diputados, menos de diez por encima de los que tiene el Partido
Popular. Quizá por ello, cuando apenas se había secado la tinta de las firmas
del pacto, el PSOE se lanzó, por vía de su secretario general y del afamado bailarín catalán, a hacerle guiños a los neocom,
cuyo apoyo –o, cuando menos, su abstención- daría más posibilidades de
prosperar al intento de Snchz de
alcanzar la presidencia del Gobierno.
Sin embargo,
Junior desdeñó esa oferta –oferta que,
comprensiblemente, puso de los nervios a los del partido naranja- y anunció que
su formación votaría no a la
investidura del socialista. Mientras, Mariano Rajoy –al que se le podrán
señalar muchos defectos, pero no el de la estupidez- declaró que la oferta de Sánchez a Iglesias deja tocado a Rivera. Y es cierto. Por mucho que se quiera vestir el pacto, lo cierto
es que está apoyando al partido del GAL, de Filesa, de Malesa, de Roldán y –por
no remontarnos a los fenicios- de los EREs fraudulentos en Andalucía (donde
también prestan su apoyo al partido del puño y la rosa); y que ese partido,
recién comprometidos, le tire los tejos al otro pretendido no es que te deje
precisamente en muy buen lugar.
Esta
es, pues, una de esas situaciones en las que cualquier cosa puede pasar.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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