Que
el régimen necionanista catalán es un
totalitarismo de la peor especie lo demuestran toda y cada una de las medidas
que toman, desde prohibir a los niños que hablen en español incluso en los
recreos hasta ordenar a los funcionarios autonómicos que hablen siempre en
catalán (no es de extrañar que a los diez minutos de ver Ocho apellidos catalanes tuviera unas ganas enormes de partirles la
cabeza a hostias a todos los secesionistas catalanes, cosa que no me ocurrió en
la primera película).
Respecto
a esta última medida, el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad autónoma
ha anulado la orden que establecía esta obligación. Aunque, la verdad, ya
sabemos que los necionanistas hacen
con las resoluciones judiciales que no les gustan lo que hacen…
…y
luego, tiran de la cisterna.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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