Los
secesionistas catalanes constituyen el epítome cristalino y pluscuamperfecto
del famoso dicho (famoso en mi entorno, al menos) son de esos que se creen mierda y no llegan siquiera a pedo. Y lo
peor no es eso, lo peor es que tratan a los que no piensan como ellos del modo
en que ellos deberían ser tratados: como estúpidos, catetos, de mentalidad
aldeana y cortos de entendederas.
Esta
postura es más frecuente en los llamados charnegos
y en los catalanistas de fuera de Cataluña. Tanto unos como otros deben querer
hacer méritos para el caso de que los delirios de los necionanistas lleguen a materializarse.
Es el
caso de un profesor del Conservatorio de Música de Baleares, que cuando un
alumno afirmó sentirse español y balear,
comentó sobre el menor Tiene un trastorno, no da para más. Pues bien señor profesor (y disculpe si le llamo señor, pero es que no le conozco demasiado bien), yo también tengo un trastorno
y tampoco doy para más.
Porque
si diera, quizá le mandase a usted a la mierda, que es sin duda donde debería
estar, para que su cerebro y su sensibilidad se sintieran como en casa.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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