Lo
malo de escribir pegado a la actualidad es que, cuando ésta es tan cambiante,
cualquier cosa que digas se va a quedar necesariamente atrasada para cuando
llegue la siguiente entrada (de hecho, se queda atrasada mientras
escribo la entrada en cuestión). Lo bueno… lo bueno es que así escribo más
entradas.
Si
ayer me felicitaba por los aparentes redaños de la ejecutiva socialista, hoy me
amanecía con que esa pandilla de matasietes y espantaochos reculaba, flaqueaba,
propendía al pasteleo y pedía a Pdr Snchz
una solución consensuada.
La actitud
del (todavía) secretario general, por su parte sólo es propia de un fanático o
de un inconsciente. Probablemente sea las dos cosas y, además, un hombre
desesperado que está, no entre la espada y la pared, sino al borde de un
precipicio al que las circunstancias, propias y ajenas, parecen estarle
abocando a caer. Encastillado en su postura, afirma que seguirá adelante salvo
que un tercio del Comité Federal fuerce una moción de censura. De hecho, ha planteado un órdago al comité federal... que habrá que ver si le aceptan: si ganan ellos, se nombra una gestora y
se facilita la elección de Rajoy como presidente del Gobierno; si gana él, se
mantiene el no es no y se consulta a
los militantes.
Y mientras,
Fostiatus es de suponer que disfrutará como un enano, viendo que quien a hierro mata parece que a hierro morirá.
Políticamente
hablando, por supuesto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!