lunes, 5 de junio de 2017

Mucho lirili, pero habrá que ver si hay lerele

Con esta entrada tengo un ligero problema. La escribo el Domingo por la tarde (suele ocurrir con las que publico los Lunes), pero hacia el final. Las tardes de los Domingos las suelo tener bastante ocupadas (no voy a aclarar las circunstancias, los que me conocen lo suficiente saben cuáles son, y a los que no, no les importa), así que voy a tener que escribir deprisa y bastante (puesto que esta entrada agrupa varios titulares). Veremos cómo me sale la cosa.
Resulta que doña Rojelia alquiló finalmente dependencias del Ayuntamiento de Madrid para que los secesionistas catalanes lanzaran su mensaje delinquidor. ¿Habría sido tan, digamos, ideológicamente aséptica (la pela es la pela y hay libertad de expresión) si, por ejemplo, hubieran solicitado alquilar las dependencias un grupo de historiadores que defendieran que la Segunda República fue un régimen sectario y liberticida, que las elecciones de 1.936 fueron un fraude de proporciones escandalosas y que el Alzamiento estuvo más que justificado? No lo creo.
Naturalmente, Cocomocho y el estrábico con sobrepeso no desaprovecharon la ocasión y proclamaron que habría referéndum sí o sí. Parece, pues, que la vía del referéndum pactado queda orillada, algo que, por otra parte, no ofrecía la más mínima duda, puesto que dicha figura sería algo completamente inconstitucional (ya se sabe, aquello de patria común e indivisible y de que la soberanía reside en el pueblo español, no en una parte del mismo).
Ante esto, pareció que el estólido presidente del Gobierno (ya sé que no suelo atizar palos al partido de la gaviota, o que lo hago mucho menos que al resto de formaciones, pero ¿qué queréis?, cada cual cojea del pie que lo hace) se cayó finalmente del guindo y declaró que las afirmaciones vertidas en la Villa y Corte constituían un chantaje inaceptable.
Por otra parte, ese mismo día salió a la luz la última aberración legislativa de los secesionistas, algo que mi periódico de referencia (por llamarle de alguna manera) calificó de ley marcial. Resulta que los secesionistas están dispuestos a proclamar unilateralmente la república catalana si finalmente no se celebra el segundo butifarrendum.
Ahora habrá que ver si van en serio o, como tantas otras veces, amagan pero no rematan.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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