El
chepas y su calientacamas son
humildes, son gente y no casta, representan al pueblo, son uno de
ellos. No deberían, por lo tanto, tener nada que temer, pues es seguro que esa gente a la que representan se inmolaría
gustosamente antes de que su líder único, o la madre de sus retoños, sufriera
daño ninguno.
Sin
embargo, parece que no todos piensan así. El ministerio del Interior,
encabezado por un magistrado cuyos gustos sexuales harían que fuera colgado de
una grúa (por el cuello) en el país que financia la cadena de televisión del
líder neocom, aprobó hace cosa de un
mes un servicio de escolta veinticuatro horas para el coletas y la portacoz
parlamentaria de la formación de Junior.
Cómo
cambian las cosas, a defender el correr delante de las fuerzas del orden a
tenerlas paradas mientras vigilan tu mansión unifamiliar con valla incluida.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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